A finales del siglo XVIII, Francia vuelve a estar en posesión de una flota potente, capaz de rivalizar con la Marina Real británica. Esta rivalidad se explica por los intereses económicos, representados por las posesiones coloniales de ambas potencias marítimas. La revuelta de las 13 colonias americanas dio a la Marina francesa la oportunidad de vengarse de su enemiga. Durante esta época, los arsenales franceses trabajan a pleno rendimiento. De hecho, en 1779 en Rochefort se empiezan a construir 4 fragatas y se completan 13 fragatas entre 1777 y 1780.
El contexto
¿Qué es el arsenal de Rochefort?
L’Hermione se ha construido dentro del arsenal de Rochefort, testigo del nacimiento de 550 barcos (buques, fragatas, corbetas y otras embarcaciones) entre 1666 y 1927. Bajo el reinado de Luis XIV y con el impulso de Colbert, secretario de estado de la Marina, Francia se hace con una auténtica flota comercial y de guerra para competir con las flotas inglesa y holandesa y conquistar nuevos territorios. En 1666, Rochefort es escogida para implantar un arsenal entre Brest y Bayona, a orillas del río Charente.
Durante 250 años, el ritmo de vida del arsenal está marcado por la construcción de buques de guerra para la Marina francesa. El arsenal es un lugar de intercambios y movimiento en el que se concentrarán las actividades técnicas. Rochefort es una ciudad de innovación y experimentación que se adapta sin cesar a las condiciones de su entorno y a los cambios industriales de su época. En el seno de este espacio ve la luz L’Hermione, testigo de su época a finales del siglo XVIII. La construcción de la fragata coincide con el apogeo de la marina de vela, una época gloriosa en la que la flota francesa consigue victorias decisivas, especialmente durante la Guerra de Independencia de Estados Unidos.
Su historia
Con 66 metros de eslora total y 11,5 metros de manga, su arboladura se compone de tres mástiles verticales con dimensiones modulables, una superficie de velas que puede alcanzar los 3300 m² y un aparejo complejo de 26 km de jarcia que requiere una tripulación de entre 250 y 300 personas.
Del 28 de abril al 11 de mayo de 1779, L’Hermione se arma con todo lo necesario para una larga campaña que dura en torno a 6 meses y termina en noviembre de 1779. El joven teniente de navío Louis-René-Madeleine Levassor de Latouche (llamado La Touche-Tréville a partir de 1788, futuro vicealmirante y comandante en jefe de la Marina de Napoleón) es quien se encarga de completar esta misión.
Durante el mes de enero de 1780, se aplica un revestimiento de cobre compuesto por 1100 láminas de metal en el casco de L’Hermione. Este revestimiento tiene como fin proteger el casco de los ataques de las bromas y evitar que se adhieran algas y moluscos a la carena, algo que mejora la velocidad de la fragata.
Tras una primera campaña de éxito y el revestimiento del casco con cobre en enero, se confía a L’Hermione una misión secreta por orden del rey Luis XVI. Esta misión consiste en llevar al marqués de La Fayette hasta Boston a fin de anunciar el apoyo económico y militar a los insurgentes americanos. El navío parte de la rada de Île d’Aix el 11 de marzo de 1780 con una tripulación de 316 personas. Tras 38 días de travesía, L’Hermione llega a Boston, donde La Fayette se reúne con el general George Washington para anunciarle la llegada inminente de refuerzos franceses.
Esta campaña es mucho más larga que las anteriores (casi dos años) y tiene como fin ponerse al servicio de la escuadra francesa desplegada en Estados Unidos en la guerra que los enfrenta contra los ingleses. L’Hermione protege el comercio aliado y ataca al del enemigo efectuando misiones de vigilancia, avituallamiento o retransmisión de señales.
Es uno de los combates más memorables de L’Hermione. El 7 de junio de 1780, en Long Island, L’Hermione se enfrenta a cuatro navíos ingleses, entre ellos, la fragata Iris, durante una hora y media de fuego continuo. Desde L’Hermione se lanzan 260 disparos de cañón y 1250 de fusil y trabuco. Mueren 10 hombres y 37 resultan heridos, entre ellos el comandante y su asistente.
En Newport desembarcan los 5500 hombres del cuerpo de expedición del conde de Rochambeau enviado por Luis XVI desde la localidad de Brest para apoyar a los insurgentes americanos.
Se confía a L’Hermione una misión de representación en Filadelfia. Consiste en la recepción del Congreso americano y del Consejo de estado de Pensilvania para una cena oficial en presencia del marqués de La Fayette y de Samuel Huntington, presidente del Congreso. Este acontecimiento es una clara muestra de la amistad entre ambas naciones aliadas.
El 21 de julio de 1781, en la costa de Île Royale (actual isla de Cabo Bretón), las fragatas Hermione y Astrée, comandada por La Pérouse, se encuentran con un convoy escoltado por seis buques ingleses, a los que atacan. Es la batalla naval de Louisbourg, un combate de 2 horas de duración durante el cual se lanzan 509 disparos de cañón, 100 de pedrero y 1700 de fusil o trabuco desde L’Hermione. Dos navíos ingleses arrían su bandera. El Jack, de 14 cañones de 9 libras, es capturado. Los daños materiales son importantes, especialmente en la jarcia, y L’Hermione registra 22 víctimas. Este enfrentamiento fue plasmado por el teniente auxiliar de fragata Mullon, presente a bordo, y, posteriormente, fue pintado por Auguste-Louis de Rossel de Cercy.
Hasta el 10 de septiembre, L’Hermione permanece en Boston para reparar sus averías. Por tanto, llega demasiado tarde para participar en la batalla de Chesapeake, aunque sí participa en el asedio de Yorktown en octubre de 1781. Esta batalla enfrente a los insurgentes americanos junto a sus aliados franceses, dirigidos por el conde de Rochambeau, con los británicos, dirigidos por Lord Cornwallis. Tras 21 días de combate, este último se rinde, con una cuarta parte de las fuerzas británicas combatiendo en la guerra. La victoria de Yorktown propicia el Tratado de Versalles, que se firma en 1783, y la independencia de las 13 colonias británicas, que se convierten en los Estados Unidos de América. d’Amérique.
Una vez completada su misión en América, L’Hermione zarpa el 2 de febrero desde el cabo Henry. La travesía de regreso es muy rápida, favorecida por el viento en popa, y, en solo 23 días, el 25 de febrero, L’Hermione echa anclas en la rada de Basques, en Île d’Aix.
Después de las reparaciones de mayo y junio de ese mismo año, L’Hermione zarpa a las órdenes de un nuevo comandante, el teniente de navío Du Pérou, rumbo a un destino aún más lejano: el golfo de Bengala y las costas de la India.
Se recupera el ancla, una parte del timón y tres cañones. Actualmente, el ancla se conserva en el castillo de los duques de Bretaña en Nantes y se expuso en el festival Débord de Loire con motivo de la llegada de la réplica de L’Hermione en 2019.